También se produjo el debut del juvenil arquero Miguel Ángel Rugilo, quien años después fue bautizado por el periodista Luis Elías Sojit como el León de Wembley, por su actuación con la Selección Argentina en un partido en el mítico estadio Inglés, contra la selección local. En el campeonato de 1938, pese a que el equipo comenzó a declinar en su rendimiento futbolístico y terminó décimo en las posiciones, se destacó la actuación del insider derecho (lo que hoy sería un volante o carrilero por el sector), Florencio Caffaratti, quien al anotar 32 tantos en el certamen se ubicó en el podio de goleadores, además de establecer un récord de conquistas en una temporada, que en la actualidad perdura, camisetas futbol niños para un jugador en su posición.