Yo mismo, hace muchos años las congelé, para llevarlas en Navidad a Sevilla y no quedé nada satisfecho del resultado, lars 7 pierden mucho. Entre risas enlatadas y declaraciones en monosílabos de un decorado artificial, los presuntos hinchas caminan organizados detrás de las pancartas y tratan de reconvertir la realidad del fútbol hacia una dimensión de propaganda del país árabe. Más parecen figurantes o extras de una película que pasean por las calles del Souq Waqif -un zoco del antiguo país de las perlas con sus puestos de artesanía y ropa tradicional del lugar-, ataviados con camisetas, bufandas y pancartas de las selecciones mencionadas.